Con la elaboración y el desarrollo de la tesis doctoral, La producción de lenguaje: teoría multidisciplinar sobre el conocimiento lingüístico y el saber glotológico, mis trabajos se mantuvieron en el marco de la interdisciplinariedad pero dieron un giro hacia las neurociencias y las ciencias cognitivas, la lingüística, la neuroligüística, la neurobiología, la psicolingüística, la psicología cognitiva y la antropología.
El interés del trabajo consistía en la forma de situarse en los márgenes de esas especialidades, transitar por los márgenes y tender puentes entre ellas para averiguar cómo funciona la mente, cuáles son los mecanismos cerebrales y los procesos cognitivos que intervienen cuando se generan las frases. La construcción de una teoría sobre la producción del lenguaje se construía desde la reflexión filosófica que se enredaba con las ciencias que se encargan de todos los fenómenos relacionados con el lenguaje.
Tenía la sospecha, y se confirmó en el proceso de investigación, de que los especialistas que se dedicaban a la producción del lenguaje solo habían aportado conocimientos parciales e insuficientes que provenían de las investigaciones sobre los errores del habla, las pausas, los titubeos, las patologías y las alteraciones en el orden de la emisión de los mensajes. La perspectiva global de la filosofía nos permitía una perspectiva privilegiada para emprender el conocimiento de una esfera en la que no se había creado todavía el marco teórico para ordenar los trabajos.